Para muchas madres, amamantar a su bebé puede ser una tarea difícil. Una de las razones puede ser la anquiloglosia, también conocida como "frenillo lingual corto".
Esta condición se produce cuando el frenillo lingual (la membrana que conecta la lengua con la parte inferior de la boca) es demasiado corto o demasiado grueso, lo que dificulta la succión del pezón por parte del bebé provocando dolor y lesiones en el pezón, una reducción en la producción de leche y en ocasiones vemos que los padres se ven obligados a dar suplementos de leche a su hijo con biberón.
La anquiloglosia tiene un gran impacto en la lactancia materna y en la vida de las madres y sus bebés.
La lactancia materna es esencial para el desarrollo y la salud del lactante. Es una fuente de nutrientes y anticuerpos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. Además, es un vínculo que fortalece la relación entre madre e hijo.
Pero cuando una madre se enfrenta a un bebé con anquiloglosia normalmente presenta problemas con el agarre desde el nacimiento que se van complicando a medida que pasan los días si no se diagnostica a tiempo. Estas madres pueden sentir frustración, tristeza por no conseguir un buen agarre y sufrir dolor en la succión y en consecuencia problemas con la ganancia de peso del bebé.
Pero existen soluciones para tratar la anquiloglosia. Lo más importante es consultar con un especialista en lactancia materna para una valoración completa.
- Una de las opciones de tratamiento es la frenotomía, un procedimiento en el que se corta el frenillo lingual para permitir una mayor movilidad de la lengua. La mayoría de las veces es un procedimiento sencillo, rápido y seguro que se realiza en la consulta médica. Después del procedimiento, muchas madres informan de una mejora significativa en la succión del bebé y una experiencia de lactancia más placentera.
- Si la frenotomía no está indicada, hay otras opciones que pueden ayudar a mejorar la anquiloglosia. Acudir a una consultora en lactancia materna puede proporcionar técnicas y posiciones que mejoren el agarre, junto con una valoración por parte de un fisioterapeuta especializado en lactantes.
Lo más importante es no rendirse. La lactancia materna es una habilidad que se aprende con práctica y paciencia. La anquiloglosia puede ser un obstáculo pero con el apoyo adecuado conseguirás superar esta condición.
Si sospechas que tu bebé puede tener anquiloglosia, no dudes en buscar ayuda. Hay especialistas en lactancia materna que pueden ayudarte a superar esta dificultad y a disfrutar de una lactancia materna exitosa y emocionalmente satisfactoria.
Si necesitas más información no dudes en contactarnos. En Lactar Contigo estamos preparados para asesorarte y ayudarte a solucionar cualquier problema que surja durante tu lactancia.