Blog

Placenta y lactancia

Gracias a la salida de la placenta después del parto (alumbramiento) se produce una reducción brusca de hormonas (progesterona, lactógeno placentario) que

permiten el inicio de la acción de la hormona prolactina en la glándula mamaria estimulando así la producción de leche.

La placenta es un órgano que se forma durante el embarazo y proporciona nutrientes y oxígeno al feto en desarrollo, así como elimina los productos de desecho. La placenta es un órgano esencial durante el embarazo y a lo largo de los 9 meses es el pulmón, el intestino y el riñón del feto. Es el órgano que establece la conexión entre madre e hijo.

La placenta también cumple un papel importante en la producción de hormonas que ayudan a mantener el embarazo y preparan el cuerpo para el parto y la lactancia.

La lactancia materna, por otro lado, es el proceso de alimentar a un bebé con leche materna producida por los senos de la madre. La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y bebés pequeños, ya que proporciona todos los nutrientes esenciales que necesitan para crecer y desarrollarse de manera saludable. Además, contiene anticuerpos y otras sustancias que refuerzan el sistema inmunológico del bebé y lo protegen contra enfermedades.

Gracias a que la placenta se desprende del útero después del parto, las hormonas responsables de iniciar y mantener la lactancia materna pueden comenzar a trabajar. Sin embargo si hay problemas como retención placentaria, o persisten restos de placenta tras el parto, pueden dificultar el proceso de lactar debido a la liberación hormonal que persiste dentro del útero. 

Una vez que el bebé nace y se expulsa la placenta, la producción de leche materna es estimulada por el brusco cambio en los niveles hormonales y por la succión del recién nacido en el pecho materno. La hormona prolactina es la principal responsable de la producción de leche, y la oxitocina ayuda en la expulsión de la leche durante la lactancia. La lactancia materna tiene muchos beneficios para la salud tanto para el bebé como para la madre, y es recomendada por organizaciones de salud en todo el mundo debido a su capacidad para proporcionar una nutrición óptima y fortalecer el vínculo entre madre e hijo.

En resumen, la placenta es un órgano temporal que desempeña un papel crucial durante el embarazo y para el inicio de la lactancia.